Aunque dentro del garage existen algunos aspectos que caracterizan al género, no son reglas totalitarias que se deban seguir de forma obligatoria. Cada agrupación es libre de hacer y no hacer lo que quiera y de la forma en que lo desee. Al final, este tipo de cuestiones son las que le otorgan rasgos particulares y distintivos a cada uno.
Lo anterior puede provocar algunos aspectos negativos, como el hecho de que la mayoría de los músicos se queden en su zona de confort. A su vez, también motiva a algunos para que intenten realizar las cosas de forma diferente, como ocurre con Weird Omen.
En este caso, el trío francés está conformado por experimentados músicos que han participado en inmumerables proyectos. En el saxofón está Fred Rollercoaster (King Khan & The Shrines y Bee Dee Kay & The Roller Coaster), en la guitarra y voz está Sister Ray (Ray & The Dead Drums) y en la batería está Remi Pablo (Escobar, Magnetix y The Anomalys).
A decir de los propios integrantes, su estilo puede ser denominado como avant-garage, es decir, garage rocoso pero experimental. Aunque pueda parecer una idea contradictoria, todo tiene sentido en cuanto se escuchan sus composiciones.
Después de iniciar el año con el sencillo A Place I Want To Know (recomendamos leer nuestra reseña), ahora llega el tercer LP de los galos de la mano del sello Dirty Water Records.
El material es un viaje a las profundidades más oscuras del pensamiento. Mientras que en "Wild Honey" la batería repite de forma incesante un mismo ritmo como si fuera música industrial, en "Earworm" adquiere un ritmo acelerado más cercano al punk.
Por otra parte, el saxofón es una parte imperante del sonido del trío. En especial en "A Place I Want To Know" se puede escuchar una fuerte influencia de músicos de la talla de John Zorn.
Bastante lejos del trabajo de la mayoría de sus colegas, el mayor mérito de Weird Omen radica en la valentía por combinar estilos que muy pocos se atreven. Eso les ha permitido alcanzar un sonido único y completamente distinto al del resto.