Si algo ha enseñado el rock a lo largo de los años es que pese a todas las adversidades del camino, cuando se es persistente se logran derribar todos los obstáculos. Es gracias al trabajo constante que se pueden lograr objetivos importantes sin contar con los grandes apoyos que tienen otros estilos.
En el caso de Los Dannis eso queda claro desde un principio. El trío es originario de Puerto Rico, país conocido por su abundante movimiento de música tropical y sonidos artificiales de fiesta. Pero es en el subsuelo donde también existe una importante escena de rock & roll vertiginoso como han mostrado previamente Los Vigilantes, Dávila 666, Las Ardillas, Desahuciados y Madd Blake Y Los Stalins.
Dentro de las nuevas caras se encuentra el combo conformado por Danni Christian (guitarra), Danni Sanchez (batería) y Danni Dorks (bajo). Así, con una formación sencilla y clásica, el trinomio presenta su primer álbum en el que la única constante es el máximo volumen y la distorsión.
Dentro del material se incluyen 10 composiciones propias de rock & roll gritón que también se adentran en el skate punk californiano de los noventa. No existen baladas ni canciones melosas porque todas son dinamita sonora dirigida a estallar los oídos.
Aunque algo importante a resaltar es que todo el trabajo fue realizado por los propios integrantes de la banda. Eso incluye desde la grabación y mezcla hasta editarse a sí mismos.
Lejos de ponerse a lamentar por todos los obstáculos, el trío prefirió la autogestión. El resultado no sólo es loable por la forma en que se realizó sino porque muestra a un conjunto debutante que ya sabe muy bien a lo que quiere sonar.