A una década del nacimiento de MFC Chicken y convertirse en una de las agrupaciones sensación del rock & roll internacional, el combo inglés regresa con el quinto álbum de su trayectoria. Y como si los años no hubieran transcurrido, el resultado suena exactamente igual a todos sus lanzamientos anteriores.
Desde un inicio el cuarteto surgido en Londres manifestó su intención de adentrarse en el frat rock. Inclusive sus integrantes manifestaron que su objetivo era tomar la música de The Sonics y trasladarla a la actualidad.
El nuevo LP abre con "Always, Always, Always", una pieza corta que funciona como aderezo del material. Una guitarra con aroma de música surf se funde con una rítmica batería que recuerda la época dorada del R&B. Aunque en el papel protagónico se encuentra el saxofón del fundador Spencer Evoy, quien también se encarga de cantar e imprimir un estilo que se alimenta por completo de Little Richards, Fats Domino y Chuck Berry.
De forma inmediata se encuentra "KFC Called The Cops On Me". La composición que apenas llega a los dos minutos de duración se distingue por su acelerado estilo que toma elementos del swing y como ya es habitual en el cuarteto, contiene claras referencias al pollo frito, uno de los platillos más tradicionales que existen en el Reino Unido.
Otra canción a destacar es "Spy Wail" gracias a su atmósfera misteriosa que recuerda al tema principal de Pink Panther a cargo de Henry Mancini, aunque además contiene unas elegantes percusiones que la adentran todavía más en el terreno del lounge.
En total, el material editado por Dirty Water Records y FOLC Records contiene 14 composiciones propias y en ningún momento baja de nivel. Suena tan actual a pesar de estar inspirado por sonidos que tienen más de medio siglo de haber sido creados.